Cómo lavar a personas mayores

Antes de comenzar a asear a una persona anciana, es recomendable disponer todo lo necesario. En el cuarto de baño, habrá que caldear previamente la estancia a la temperatura adecuada. Colocaremos a mano: cepillo para el pelo, máquina de afeitar, jabón, esponjas, champú, toallas o albornoz, ropa limpia, pañales o compresas, cremas corporales… Es importante dejar correr el agua hasta que salga caliente unos instantes antes de entrar en el baño.
Cómo lavar a personas mayores, un proceso con mucho cuidado
Las duchas deben ser cortas, no más de 10-15 minutos, ya que puede provocar bajadas de tensión; y un exceso de tiempo debajo del agua, ayuda a que después la piel pierda su protección natural y se deshidrate con más facilidad.
Cuando el aseo se realiza en la cama, se hará por zonas y en este orden: cuello, tronco, brazos, axilas, piernas, espalda, pies, genitales y región perianal. Para que permanezca destapado el menor tiempo posible y secando justo al acabar para evitar que sienta frío.
Hay que utilizar “jabones sin jabón”, es decir, que no lleven detergentes y que no irriten. Evitando que deshidraten y respeten la piel. Con sustancias emolientes y enriquecidos en lípidos que nutran la piel, restaurando la barrera cutánea que es la que nos protege y evitando la deshidratación. No utilizar mucha cantidad.
Después es siempre muy importante secar bien el cuerpo. Se ha de tener un especial cuidado en las zonas de pliegues, axilas, zonas íntimas, debajo del pecho, en los espacios interdigitales… para evitar que quede humedad, que lleva a un riesgo de hongos y dermatitis.
Es muy importante mantener la piel bien hidratada. El momento de la hidratación hay que tomárselo con calma y delicadeza, poniendo especial atención a la piel de la persona. Se debe hacer con buena luz para poder visualizar cambios en la piel, sobre todo donde hay prominencias óseas.
Vigilar los pies e hidratarlos de forma continua para evitar durezas y lesiones. Las uñas cortarlas o limarlas después del baño y visitar al especialista si se cree conveniente.
El cabello se lava al menos una vez a la semana del modo siguiente: introducir tapones de algodón en los oídos, enjabonar el pelo y aclararlo con agua abundante. Secar con una toalla y peinar.
Esperamos que esta información os haya sido útil. Os contaremos más cosas en el siguiente post. ¡No dudéis en contactar con nosotros para más información!